Porque -al menos en el mundo del arte- el tamaño sí importa…
Ucrania es un territorio sumergido en una profunda crisis política y social. Hace poco, observamos cómo una estatua de Lenin fue transformada por completo en un monumento a Star Wars en una jugada que no sólo refleja la victoria de la cultura pop en el mundo, sino la abolición de los viejos estándares sociales en aquellas partes del mundo.
Lo que antes era relevante ahora ya no lo es, y las viejas formas de arte dan lugar a nuevos conceptos, nuevos temas y (posiblemente) a una nueva corriente de expresión que de momento no podemos dimensionar.
Sin embargo tenemos vestigios de esto, ya que artistas como Guido Van Helten se está dedicando a pintar las paredes de Ucrania con gigantescos retratos, transformando el panorama urbano de la zona. Lo que más destaca en estos proyectos es la relación entre el tamaño y la calidad del producto final: una mezcla entre técnica avanzada y horas de trabajo pesado.
Checa los trabajos a continuación: