Gran parte de la revolución del anime fue gracias al estilismo, creación de escenarios, manejo de planos, ambientes futuristas y tecnológicos, que han constituido a lo largo de estos 29 años de creación al Studio Ghibli.
Hayao Miyazaki, subió grandes escalones dentro de la profesión, por su trabajo de animador, guionista, realizador y productor. Hasta que en 1985 logró la independencia con la creación del Studio Ghibli, en aquel lugar realizaba la función de guionista y director.
El reconocimiento en el occidente llegó en 1992 con ‘Porco Rosso’, historia de un cerdito aviador. Cinta que capto la atención del público por la narración y la innovadora propuesta de largometrajes que iban dirigidos no sólo a niños sino también adultos.
Considerado por muchos críticos de cine como el mejor estudio de animación en el mundo a lado de Pixar. Este titulo fue ganado por películas emblemáticas: ‘El castillo en el cielo’ (1986), ‘El castillo vagabundo’ (2004), ‘La princesa Mononoke’ (1997) filme que lo posiciono a Miyazaki como maestro de la animación, afirmando este puesto recibió por parte del Festival Internacional de Cine de Berlín un Oso y un Oscar por el largometraje ‘El viaje de Chihiro’ (2002).
Lamentablemente la recientemente noticia es que la casa productora cerrará sus puertas, debido a problemas económicos. Sin embargo diversos rumores han provocado controversia, especulando que el motivo principal fue la dura critica por parte de la derecha conservadora hacia su reciente estreno ‘Se levanta el viento’, con una temáticasobre el desarrollo de la aviación y el efecto que tuvo en la Segunda Guerra Mundial.
Está cinta que tardo seis años en producir y que se estreno en septiembre del año pasado, también le valió decir adiós a Miyazaqui, quien dijo que se alejaría de las producciones audiovisuales.
Por tal situación el actual gerente, Toshio Suzuki, anunció que se dedicarán únicamente a gestionar sus marcas registradas. Mientras tanto Japón seguirá disfrutando las exhibiciones del estudio gracias al Museo Ghibli, ubicado en Mikata, Japón.
Por: Grissel González
