Mediante una convocatoria a través de redes sociales, Ai Weiwei promovió una donación de legos masiva para poder completar su próximo proyecto.
El polifacético artista lanzó, a principios de semana, un llamado a sus seguidores en todo el mundo para combatir la censura impuesta por la marca LEGO, fabricantes del producto que ha sido clave para sus famosas esculturas. La estrategia es simple pero contundente: recolectar la mayor cantidad de ladrillos de colores con la finalidad de concluir el proyecto Andy Warhol/ Ai Weiwei, el más reciente en la lista de el disidente chino.
Luego de que la casa fabricante de los legendarios bloques de construcción negara la venta de estos juguetes a Weiwei -con el argumento de que sus productos no pueden ser usados en obras con contenidos políticos, religiosos y raciales- la denuncia subió inmediatamente a Twitter para convertirse, horas después, en una auténtica campaña en contra de la censura y la libertad de expresión.
Para su proyecto más reciente, la intención del artista es realizar treinta retratos de activistas australianos que han luchado por los derechos civiles, utilizando para su elaboración las famosas piezas de LEGO.
Ai Weiwei ya se encuentra organizando puntos de recolección en distintas ciudades del mundo, en una iniciativa de donación que ha tenido una respuesta más que satisfactoria en internet.
El artista multidisciplinario declaró que la negativa de la empresa LEGO representa un “acto de censura”, por lo que decidió crear una obra que defienda la libertad de expresión y el arte político. Vale la pena aclarar que esta no es la primera vez que Ai Weiwei se encuentra en medio de este tipo de controversias ya que el año pasado, otra de sus obras -175 retratos gigantes de disidentes presos y exiliados- formó parte de una exposición en la prisión de alcatraz en San Francisco, generando críticas, incomodidades y opiniones encontradas en todo el mundo.